jueves, 16 de julio de 2009

Socorrista

Leyendo aldea irreductible, magnifico blog donde los haya, he descubierto una noticia sobre medicina que me ha dejado estupefacto. También es cierto que la medicina de la que hablan es del siglo XIX y por ello me ha llamado la atención, de como evoluciona esta ciencia: a mejor, menos mal.

Nos muestra un manual de primeros auxilios en caso de que caigas a un canal, río, mar y que te quieran revivir después de tragar mucha agua. Aquí es tan los pasos, no os perdáis detalle:

1.Rasgar las vestiduras del accidentado y enjugar o secar su cuerpo con franelas.
2.Tenderlo cerca del fuego e introducir aire caliente por su boca mediante una cánula.
3.Al mismo tiempo hay que introducir humo de tabaco por su trasero mediante una máquina de fumigar o fuelle, y en caso de que no se dispusiera de tal artilugio, se utilizarían un par de pipas de fumar. Ahí es nada.

Antes de seguir os dejo una imagen por si alguien se está perdiendo:



4.Hecho esto, se darán al ahogado gotas de agua de toronjil, que es una hierba olorosa usada como remedio terapéutico para apaciguar los nervios, también se suele utilizar para aplacar cólicos digestivos y males del corazón, además de contrarrestar los efectos de las picaduras de insectos y las irritaciones de la piel)
5.Se aplicarán a las plantas de los pies ladrillos calientes al tiempo que con una pluma de ave se le estimulará el interior de la boca.Muy practico.

Este es el maletín de los primeros auxilios.


Acorde con lo de introducir humo por ciertos sitios, en el articulo de la web nos dicen que ya a principios del siglo XVII, la practicaban los nativos americanos de Acadia: llenaban una vejiga de cerdo, o una tripa gruesa, de humo de tabaco y, apretándola con sus manos, la vaciaban en el intestino del ahogado mediante una cánula.

Los médicos europeos del siglo XVIII se entusiasmaron con esta práctica.

Opinaban que los intestinos, por su situación y organización, podían reavivar la sensibilidad casi perdida del todo y que, por lo tanto, la insuflación de algo áspero y caliente como el humo de tabaco era un socorro muy eficaz que se debía usar sistemáticamente.

Menos mal que los tiempos cambian y ya no hay que hacer tanto para salvar una vida si cae a un rio o piscina ;-).

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