sábado, 17 de septiembre de 2011

Copla a la muerte de mi padre.

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

Muchas fueron las veces que recité de memoria a lo largo de mi vida este poema junto a mi padre. Ahora, difunto, lo rememoro entre sollozos y llantos porque, no es lo mismo recitarlo con él, que recitárselo a él.
Donde quiera que estés, quiero que sepas que ni yo ni los tuyos te olvidaremos jamás. Disfruta todo lo que puedas y da de mi parte saludos y recuerdos a quienes te acompañan porque saben que también los quiero. Un abrazo y un beso papá.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tener que elegir algun post como preferido es una tarea muy dificil, pero sin duda éste me emociona todas las veces que lo leo.

Mika dijo...

Gracias, Anónima :)