domingo, 26 de diciembre de 2010

Carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos, este año vuelvo a escribiros una carta, bueno, como todos los años, el año pasado recuerdo que fue corta ya que solo os pedía una cosa, no tengo queja porque me la trajisteis, duró poco por que se fue diluyendo como se escapa el agua entre los dedos, pero bueno, os portasteis bien conmigo y os lo agradezco mucho ya que me hicisteis ver, al concederme mi deseo, que fui bueno el año anterior y eso me agrada y llena de orgullo; a mi modo de ver, creo que este año he sido algo mejor que el anterior y por eso va a ser un poco más larga esta vez, vosotros decidís si hay algo que no me podéis traer y sabéis bien que acepto consejos, si son vuestros, mucho más.

Este año no quiero nada material, bastante tenéis con todos esos niños llenos de ilusión que os llenan de juguetes sus cartas, se también que es lo no material lo difícil de conceder pero yo tengo la misma ilusión que un niño, y vosotros sois Magos, confío en vosotros.

Quiero que a mi madre le traigáis fuerzas (más), que aunque es la mujer con más coraje y vitalidad que conozco el paso del tiempo la va agachando y ahora que le viene un nieto necesito que esté llena de vida porque sabéis como son los bebés, que acaban con las fuerzas de un ejército entero...

Para mi padre os pido vida, si, es un concepto un poquito amplio y general pero es que es eso, vida, y si de paso le podéis arreglar la pata chula esa que le han dejado con el último cateterismo os estaría eternamente agradecido.

A mi hermana Aurora y a José quiero que le traigáis a su niñito del mejor modo, os pido por favor que en esto no escatiméis en gastos, no sabéis cómo están de ilusionados con su niñito, si tenéis que quitarme lo que os pida para mi para poder realizar este deseo, hacedlo sin pensarlo dos veces. Iba a pediros que no se retrase mucho lo de la casa, pero ya os he dicho que no quiero nada material así es que eso ni os lo planteo siquiera.

A mi hermana Caro y a Carletes... no se que pedirles, parecen muy felices, tienen su trabajo, viven juntos y se llevan muy bien, parece que los problemas no van con ellos, de todos modos echad un ojillo y si le podéis traer más felicidad, traedles un cargamento.

Al resto de mi familia pues... lo típico que se pide, pero es que no soy consciente de lo que les hace falta, supongo que mucha felicidad y que permanezcan unidos que al fin y al cabo es lo único que importa. Por cierto, a mi abuelilla no me la toquéis mucho, que sabéis que como ella hay pocas, así es que con que siga como está durante mucho tiempo es más que suficiente.

Para mis amigos pido que siempre lo sean, que no cambien en nada, así, como son, son perfectamente perfectos, es gracias a ellos por lo que me siento afortunado; el dicho popular reza que se pueden contar con los dedos de una mano, y te sobran cuatro dedos, a mi me faltan tres o cuatro, aprovecho la carta para agradecérselo porque sin ellos, yo tampoco sería como soy, gracias.

A mis enemigos les pido que se lo piensen, quiero que sepan que tienen mi mano tendida por si la quieren coger, aunque si lo miro desde otro punto de vista, son precisamente ellos quienes hacen más grande a mis amigos, así es que si no quieren estrechar mi mano, tampoco pasa nada.

Y quedo yo, pero... después de todo lo que he pedido me siento mal si os pido algo para mí, por eso no lo voy a hacer. Dejadme como estoy (aunque técnicamente ya os estoy pidiendo algo, pero bueno, con esta petición no tenéis que moveros, solo dejadlo como está).

Os recuerdo que os dejo encima de la mesa del salón una botella de anís, que os sentará bien un traguito para el frío, unas pastas y unos mantecados, que menuda noche tenéis, para vuestros camellos os dejo unos cubos de agua pero por favor, que se anden con más cuidado que el año pasado uno de ellos le pegó una patada a un cubo y me dejó el charco...

Cuidaros mucho y abrigaos, que hace mucho frío.

Un abrazo
Luis

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